Reduzca al mínimo las interrupciones
Los proveedores de SVCA/ACLS deben reducir al mínimo las interrupciones de las compresiones torácicas. Intente que entre una compresión torácica y otra (p. ej., desfibrilar e insertar dispositivo avanzado para la vía aérea) no transcurran más de 10 segundos, salvo en circunstancias extremas, como cuando hay que trasladar al paciente a un lugar seguro. Cuando las compresiones torácicas se detienen, el flujo sanguíneo al cerebro y al corazón se detiene.
Evite:
Análisis prolongados del ritmo Comprobaciones de pulso frecuentes o inapropiadas Tardar demasiado en administrar las ventilaciones al paciente Mover innecesariamente al paciente
Compresiones de calidad
Comprima el tórax 5 cm (2 pulgadas) como mínimo. Comprima el tórax a una frecuencia de entre 100 y 120 cpm. Permita una elevación torácica completa después de cada compresión.
Un profesional de la salud que se encuentre solo podría adaptar la respuesta
Los profesionales de la salud que se encuentren solos pueden adaptar la secuencia de las acciones de rescate a la causa más probable del paro cardíaco. P. ej., si un profesional de la salud que se encuentre solo ve cómo un joven sufre un colapso súbito, es razonable asumir que el paciente ha sufrido un paro cardíaco súbito.
El profesional podrá solicitar ayuda (activar el sistema de respuesta a emergencias), conseguir un DEA (si hay alguno cerca), volver al paciente para aplicar el DEA y, a continuación, administrar la RCP.
Por otra parte, si se sospecha que la hipoxia ha sido la causante del paro cardíaco (p. ej., un paciente que sufre ahogamiento), el profesional de la salud podrá administrar aproximadamente 2 minutos de RCP antes de activar el sistema de respuesta a emergencias.